Hoy hace un mes que fue silenciado a bala el periodista Rafael Emiro Moreno Garavito, en Montelíbano, Córdoba

Las autoridades aún no han dado ningún reporte de resultados sobre los asesinos del periodista de Voces de Córdoba.
Hoy se cumple un mes del asesinato del periodista Cordobés Rafael Emiro Monero Garavito, en hechos ocurridos el pasado 16 de octubre, en Montelíbano, al sur del departamento de Córdoba. Como es conocimiento general, Rafael era el director del medio digital Voces de Córdoba, por donde constante mente hacia sus denuncias y ponía a los políticos contra las cuerdas y a pasar malas noches.
La consecuencia de este hecho deja un mal sabor a inseguridad, a silencio obligado, a, o te callas, o te callamos. Estas mismas consecuencias son las que pocos días después de la muerte de Rafael, anunciaran algunos periodistas, dedicarse a otra actividad periodística, menos la investigativa y a esa que denuncia a los corruptos. Por tal motivo, en los últimos días hemos visto a periodistas transmitiendo fiestas en corralejas, esto no molesta a nadie, por lo contrario, entretiene a los conformistas incautos que poco o nada les importa que la subregión, el departamento y el país estén patas arriba y que se loe estén saqueando los de siempre.
¿Porqué tomamos la decisión de escribir esta columna?, porque la muerte del colega ya esta casi que, en el olvido, dentro de poco ya no se hablará del caso y aún, no se conocen los resultados de las autoridades con respecto a los autores materiales e intelectuales del asesinato de Rafael.
Hay un silencio impresionante por parte de los mandatarios locales, departamentales y nacionales. No es posible que entidades internacionales esté en Colombia averiguando el asesinato del periodista y la amenaza de muerte de otros 12 más y los alcaldes , el gobernador de Córdoba y el mismo presidente Petro en silencio total como si nada hubiese pasado
Hay algo que está claro, y es que nadie está dispuesto a ganarse los 40 millones de pesos que ofrecieron las autoridades para quien de información de los que asesinaron al periodista de Voces de Córdoba, pero las autoridades tienen la obligación moral de seguir con la investigación del caso hasta que se haga justicia, los corruptos no pueden tener más poder que la sociedad.
Deja una respuesta