El niño lloraba pidiendo tajadas con queso y la madre le respondió “acaso somos ricos”

Por Adel Lopez Montilla

No hay nada más exquisito, delicioso, rápido y práctico, que comer queso con tajadas, también en alguna época fue un plato económico que sacaba de apuros.

Hoy veía como un niño pedía a gritos que su mama le diera tajadas de plátano verde con un pedazo de queso, la respuesta de la madre no se hizo esperar ante la impotencia de no poder hacer nada “acaso nosotros somos ricos” dándole a entender al menor que ese plato exquisito, sabroso y practico en estos momentos no se puede comer o mas bien no se ajusta a su bolsillo.

Una libra de queso en este momento está entre 12 mil pesos y 13 mil pesos, en la tienda del cachaco de la esquina, así el hombre sea pastuso, igual se le dice cachaco, la mano de plátano está entre 6 mil y 7 mil pesos, precios que desde hace mucho tiempo no se veían.

Todo lo anterior nos atrévenos a decirlo obedecen a muchos factores, el mal estado de las vías, desde el campo hasta la ciudad, el verano y el invierno, las especulaciones al no tener una regulación de precios y para remate ahora el aumento de la gasolina.

Lo cierto es que todas esas alzas recaen sobre el consumidor final, sobre las familias que deben hacer ajustes en algunos productos de la canasta familiar por su alto costo.

Parece mentiras, pero dos productos que se tienen en el campo, a la mano de todos, estén tan elevados en su precio. El plátano, la yuca, el ñame, la leche, el queso, por los cielos, toca mudarse de alimentos para otros que quizás no sean exquisitos ni prácticos, pero si económicos.